La administración Trump rescinde la orientación de Biden que requería estabilizar a pacientes embarazadas, incluyendo la posibilidad de realizar abortos de emergencia. En Georgia, la ley del latido fetal ha ocasionado complicaciones y muertes maternas, incluyendo el caso de una joven con muerte cerebral
A mediados del pasado mes de mayo, una mujer embarazada de Georgia encabezó los titulares nacionales e internacionales debido a la severidad de su caso y cómo la prohibición estatal del aborto obliga a su familia a mantenerla en soporte vital.
Adriana Smith, madre y enfermera de 30 años, fue declarada en muerte cerebral en febrero de este año luego de sufrir un ACV. El hospital donde se encuentra internada la mantienen con soporte vital para cumplir con la ley estatal que prohíbe el aborto después de detectarse actividad cardíaca.
La familia de Smith se enfrenta la situación angustiosa de no poder tomar decisiones médicas sobre su tratamiento. Su madre, April Newkirk ha declarado que siguen visitándola junto a su hijo de 5 años mientras se sienten amarrados por una ley que consideran injusta.
De acuerdo a los médicos del caso, se ha detectado líquido en el cerebro del bebé, por lo que posiblemente tenga daños irreversibles o incluso no pueda vivir luego de su nacimiento.
«Está embarazada de mi nieto. Pero puede que sea ciego, que no pueda andar, que no sobreviva una vez que nazca»
La ley del aborto en Georgia ha sido cuestionada por organizaciones que defienden los derechos de las mujeres, argumentando que las familias deben tener el poder de decisión en casos médicos críticos.
Senador Jon Ossoff: La prohibición estatal del aborto luego de las seis semanas está poniendo en riesgo las vidas de las mujeres de Georgia
A principios del mes de mayo, el senador Jon Ossoff publicó un informe en el que ginecólogos obstetras de Georgia mencionaron casos en los que la prohibición del aborto en el estado causó lesiones o incluso la muerte de mujeres embarazadas.
Este informe reveló que las restricciones del aborto de seis semanas en Georgia han contribuido a complicaciones de salud y, en algunos casos, a fallecimientos maternos.
Ossoff ha llevado a cabo una investigación continua para exponer las repercusiones de salud de la prohibición del aborto en Georgia, descubriendo que los médicos deben esperar a que las mujeres desarrollen infecciones antes de intervenir en casos de embarazos no viables.
Se llevaron a cabo encuestas entre ginecólogos obstetras de Georgia, donde se destacaron situaciones como la negativa de atención en salas de emergencia, la espera a que la salud de las pacientes se deteriore antes de interrumpir el embarazo y el temor de las mujeres a buscar tratamiento por complicaciones de abortos. Estos testimonios han evidenciado cómo la prohibición afecta negativamente a las mujeres y médicos de Georgia, poniéndolos en riesgo de enjuiciamiento.
La Dra. Nisha Verma, asesora de ACOG, señaló que la confusión y retrasos ocasionados por la ley de aborto de Georgia han obstaculizado la atención médica en casos de abortos incompletos.
Con el nuevo anuncio de la Administración Trump, el futuro se torna más complejo
La administración Trump ha revocado la directriz de la era Biden que exigía a los hospitales estabilizar a los pacientes que necesitan atención de emergencia, incluido el aborto, con base en la Ley de Tratamiento Médico de Emergencia y Trabajo de Parto (EMTALA, por sus siglas en inglés).
Las condiciones médicas de emergencia que requerían aborto en servicios de urgencias incluían embarazos ectópicos y trastornos hipertensivos graves en mujeres embarazadas.
La EMTALA asegura que los pacientes de urgencias reciban tratamiento independientemente de su capacidad de pago, con sanciones civiles para los hospitales que se nieguen a brindar la atención necesaria. La directriz del HHS era un intento del gobierno de Biden de preservar el acceso al aborto tras la anulación del caso Roe vs. Wade por el Tribunal Supremo de EE.UU.
Sin embargo, el HHS y los CMS han rescindido la orientación, indicando que no refleja la política de la actual Administración. La ACLU y otros grupos proaborto criticaron la medida de Trump, argumentando que pone en peligro la salud y vidas de las mujeres.
En Georgia, la ley confiere personalidad al feto, considerándolo como una persona con derechos. El senador estatal Ed Setzler respalda esta interpretación y apoya que los hospitales hagan todo lo posible para salvar la vida del niño. La prohibición del aborto en Georgia ha generado controversia, con informes de muertes por complicaciones de abortos ilegales. Las historias de dos mujeres fallecidas debido a la falta de tratamiento adecuado por prohibiciones del aborto han resonado en la esfera política, con críticas de la demócrata Kamala Harris.