Durante los días pasados, usuarios de las redes sociales han notado un aumento de los casos de virus respiratorios – HMPV o metapneumovirus – en China; lo que ha llevado a muchos a preguntarse: debemos preocuparnos por una nueva pandemia?
Con la llegada del clima más frío a distintos países del globo, el aumento de enfermedades estacionales como gripe, resfriados y virus respiratorios es inminente, y uno de los casos que más ha llamado la atención es el chino. Y es que en las redes sociales han estado circulando fotos y videos de las salas de emergencias de este país llenas de pacientes de todas las edades con síntomas de HMPV – mejor conocido como metapneumovirus – una enfermedad parecida al resfriado común que causa tos, fiebre y congestión nasal.
De acuerdo a The Guardian, el gobierno chino alertó a sus residentes sobre el reciente pico de infección para que pudiesen tomar las previsiones necesarias; mientras que al mismo tiempo desmentían que se tratase de una situación similar a la ocurrida con el CoVid-19.
Qué es el metapneumovirus? Debemos preocuparnos por ello?
El metapneumovirus humano, descubierto durante el 2001 en los Países Bajos es una clase de infección respiratoria aguda dependiente de las estaciones, y que puede causar síntomas parecidos a los de la gripe o resfriado común en las personas sanas. No obstante, el hMPV podría ocasionar una enfermedad más fuerte en niños hasta los 2 años de edad, ancianos y personas con el sistema inmune deprimido ameritando en algunas ocasiones la hospitalización.
Este virus se adquiere a través del contacto con una persona enferma o alguna de sus secreciones respiratorias (p. ej. estornudos, tos, etc.), así como de superficies contaminadas por las mismas. Puede llegarse a confundir con el virus respiratorio sincitial (RVS por sus siglas en inglés) y toma de 3 a 7 días en hacer su aparición.
Sin embargo, los expertos dicen que no debemos preocuparnos por ello. Al estar en el mundo luego de tantas décadas, las personas han desarrollado cierta inmunidad al mismo, pero podríamos evitar contagiarnos siguiendo las mismas medidas preventivas que teníamos con el CoVid-19: lavarnos las manos, cubrirnos la boca al toser o estornudar, quedarnos en casa si nos sentimos mal, evitar espacios con muchas personas y, de ser posible, tener nuestras vacunas al día