Hoy se observa el Día Mundial del Niño, una fecha declarada en los años 50s por las Naciones Unidas. Con respecto a las infancias latinas, al menos 1 niño tiene uno de sus padres migrantes, lo que los hace especialmente vulnerables ante la posible práctica de políticas de migración masiva
Durante el pasado lunes, el Presidente recién electo Donald Trump estuvo realizando declaraciones relacionadas a una posible instauración de un Estado de Emergencia Nacional, que le permita invocar a las Fuerzas Armadas y así llevar a cabo un plan de deportación masiva.
Las consecuencias de un plan de esta escala tendrían impacto en la economía de varios países de Latinoamérica, así como en las vidas de millones de familias migrantes que residen actualmente en el país. Entre ellos, los niños hispanos sería una de las poblaciones vulnerables más afectadas.
Día Mundial del Niño: Infancias truncadas por la migración y la xenofobia
En el año 1954, las Naciones Unidas decidió instaurar el Día Universal del Niño para que los gobiernos y entidades tomaran un momento de conciencia y reflexión sobre los desafíos que enfrentan los niños a diario alrededor del mundo.
Cada 20 de noviembre, la ONU propone recordar a los niños desplazados de sus países de origen por circunstancias especiales como guerras, hambrunas, crisis políticas y económicas que luchan por adaptarse a un entorno nuevo que a veces puede resultar hostil.
El viaje por un futuro mejor
De acuerdo a una encuesta realizada durante el 2021 por el Pew Reseach Center a 3,375 latinos que residían en los Estados Unidos, al menos un 83% de los mismos consideraban este país como una oportunidad para salir adelante, mientras que un 76% pensaba que en Norteamérica podrían ofrecer una mejor calidad de vida a sus hijos.
Estas cifras concuerdan con los números preliminares de ONGs como Migration Policy, las cuales establecen que EEUU es uno de los países más elegidos para migrar – incluso más que estos 4 países juntos: Alemania, Arabia Saudí, Rusia y Reino Unido -, con aproximadamente 46.2 millones de migrantes para el 2022 (una cifra récord histórica para el país de un 13.7%).
Según números preliminares compartidos por WOLA, 2.135.005 han llegado a la frontera física con México este 2024, siendo las personas de México, Venezuela y Guatemala quienes más buscan una oportunidad en el país. De ellos, un 43% son niños o familias con niños, un monto récord desde 2012.
Durante el 2018, 1 de cada 4 niños era hispano y para el 2020, 19 millones de niños hispanos eran nacidos en Estados Unidos; con al menos 1 de ellos viviendo en condiciones de pobreza. Adicionalmente, un 53% de estos niños contaba al menos con 1 padre que había entrado o permanecido en Norteamérica de manera ilegal.
Esto hace que las familias latinas sean más vulnerables ante un posible cambio radical en la política migratoria, ya que millones de niños quedarían vulnerables o en significante peligro.
Las familias latinas corresponden al grupo de mayor crecimiento en Estados Unidos
Un informe levantado sobre la importancia de las infancias latinas en el 2017 por el Hispanic Research Center, revela que debido al alto influjo de personas provenientes de Centroamérica y Suramérica, la población hispana se ha convertido en uno de los grupos de mayor crecimiento histórico dentro de Estados Unidos, sin importar su estatus migratorio.
La Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense (ACS) de la Oficina del Censo de EE.UU. realizada en 2022 revela que casi 63,6 millones de hispanos/latinos (de cualquier raza) vivían en Estados Unidos, lo que representa el 19,1% de la población total del país; convirtiéndose durante el 2023 el segundo grupo racial más numeroso del país. Adicionalmente, los mexicano-estadounidenses son el conjunto más numeroso, con un 58,9% de los que se identifican como hispanos o latinos.
No obstante, sus ingresos mensuales son mucho menores a los de los ciudadanos estadounidenses, con casi un 17% de ellos careciendo de seguro médico. Esto pone en condiciones de vulnerabilidad extrema a niños que luchan por aprender un nuevo idioma, adaptarse a un nuevo país y ayudar a los suyos en un ambiente que parece estarse convirtiendo más hostil donde reciben mensajes de texto con amenazas falsas de deportación.
La pobreza extrema es agravada por el impedimento de recibir ayudas públicas diseñadas para mejorar la alimentación o salud de los niños por falta de legalidad. Aunado a la creciente xenofobia, la incertidumbre y el miedo familiar puede traer estrés, ansiedad, miedo y tristeza a las infancias hispanas.
Una separación, el miedo más grande en las familias hispanas
Con niños sumergidos en amplia desventaja desde el ámbito económico y social, las consecuencias se sienten también en la escuela con pequeños sufriendo retrasos cognitivos, lo que aumenta sus niveles de frustración y tristeza.
A todo ello, se le suma la creciente duda de que sus familias sean separadas permanentemente por una posible deportación masiva. Múltiples reportes ubican a 1 de cada 4 niños proveniente de al menos 1 padre indocumentado, lo que haría que millones familias experimentaran la pérdida de su posible sostén económico – aunado al trauma de perder a uno de sus padres -; ello los colocaría en una situación de mayor peligro a caer en la pobreza extrema, delincuencia y trabajo infantil.