Guerras, hambrunas, conflictos políticos y crisis económicas. Estas son algunas de las razones por las que muchas familias toman la difícil decisión de salir de su país de origen y aventurarse a probar suerte en otro territorio que pueda brindarle a sus pequeños una posibilidad de un buen futuro.
Noticias sobre la migración forzada de millones de personas nos llegan a diario. Caravanas de familias provenientes de distintos países latinoamericanos emprenden una caminata potencialmente mortal para llegar la frontera norteamericana. Decenas de refugiados de guerra luchan por llegar a tierra en las costas del Mediterráneo.
De acuerdo a la Organización Internacional de Migraciones (OIM), en su informe más reciente de migración, el 3.60% de la población – es decir, 1 persona de cada 30 – ha decidido dejar todo lo que conocía atrás en búsqueda de una vida mejor.
El mayor corredor de migración en el planeta según estimaciones del DAES para la OIM, lo representa , el corredor de México a los Estados Unidos de América con un estimado de 11 millones de personas. Dicho tránsito supera con creces los establecidos por la guerra entre Rusia y Ucrania, quienes se ubican en el 3er. y 5to. lugar respectivamente del listado.
Niños: Las víctimas invisibles de la migración forzada
La UNICEF, el organismo vigilante de las infancias a nivel mundial, reporta que al menos 30 millones de los seres humanos que se ven obligados a salir de su hogar, son niños y adolescentes hasta los 17 años de edad. La ONG Migration Data, refiere un aumento de al menos un 230% en la migración forzada de niños debido a las diversas situaciones de violencia e inseguridad que experimentan en sus países de nacimiento, dando un salto de 15,9 millones en 2010 a 36,5 millones en 2021.
Con 2 millones de niños naciendo como refugiados en países pobres, y un promedio de 339mil anual entre 2018 y 2023 de acuerdo a la base de datos estadísticos sobre población refugiada del ACNUR, los niños se convierten entonces en la población más vulnerable en medio de la migración masiva, quedando a veces desamparados de identidad, salud, seguridad, entre otros.
Depresión, ansiedad, trastornos e incluso suicidio: La realidad de niños y adolescentes forzados a migrar
Según el estudio más reciente en las tazas de suicidio dentro de los jóvenes hispanos, el mismo se ubica como la 7ma. causa de muerte, incrementándose en un sorprendente 92.3% en un período de 9 años entre los niños y adolescentes de la comunidad latina de los Estados Unidos.
Los jóvenes más propensos a herirse mortalmente son varones de entre los 10 y los 12 años de edad en proporciones alarmantes. Tristemente, las regiones con más suicidios de menores de edad se ubican al sur y al oeste de Estados Unidos.
De acuerdo a los especialistas, existen una amplia variedad de factores que influyen en el deterioro de la salud mental en las juventudes latinas. Y es que los niños asumen una inmensa responsabilidad al tener que lidiar con un país, escuela e idioma nuevos, convertirse en traductores de sus padres mientras sienten miedo a que ellos o alguno de sus seres queridos puedan ser deportados.
Por su parte, la UNICEF nos reporta que las infancias que migran son más propensas a abandonar la escuela, caer en conductas delictivas y autodestructivas como la adicción y el embarazo adolescente. La ansiedad generada por la incertidumbre de carecer de derechos como ciudadanos en los países donde llegan, el peligro de sufrir de xenofobia e incluso la necesidad de buscar trabajos informales para ayudar a su familia hace que las juventudes experimenten síntomas como rabia, tristeza, síndrome post traumático, desarraigo cultural debido a la pérdida de la comunidad entre otros.
Podemos ayudar a nuestros hijos con el proceso migratorio? Algunas propuestas
Ante la oleada de suicidios infantiles en el área del Norte de Georgia durante el inicio de este año una ONG latina conocida como CLILA “Coalición de Líderes Latinos” decidió decidió tomarse en serio la crisis de salud mental que sufren los niños latinos organizando reuniones comunitarias con los padres y las familias que residen en el área.
La línea de crisis para la prevención del suicidio de Didi Hirsch ofrece asesores de crisis que hablan inglés y español las 24 horas , los 7 días de la semana a través de la línea nacional de prevención del suicidio marcando el 988.
En Pasa La Voz, te dejamos una serie de consejos que te podrían ayudar a preparar a los niños para la migración, e incluso pueden servirte como herramientas luego de haber llegado al sitio de destino:
9 consejos para ayudar a los niños a entender y aceptar su proceso de migración
- Enséñale sobre migración: Empieza la conversación preguntando lo que el niño sabe sobre el tema, y desde allí conviértelo en un punto relevante para su realidad. Para los menores de 12 años, céntrate en hablar de la decisión desde la empatía, mientras que para los mayores, en las razones detrás de la toma de decisión de salir de su país.
- Ofréceles ánimos: Comienza dándoles confianza para que se sientan más cómodos aprendiendo sobre el lugar de llegada, cosas que quisieran hacer luego de llegar al lugar. Que el niño comprenda lo mejor posible que su vida mejorará con el cambio
- Usa elementos visuales: Usa elementos visuales para ayudar a los niños a entender conceptos, como imágenes de personas abordando un avión, un pasaporte, etc. Que les permita tener una mejor idea de lo que se trata.
- Esté preparado para responder preguntas: Los niños pueden hacer preguntas que les ayuden a aclarar conceptos erróneos sobre la inmigración.
- Dales tiempo para que compartan sus historias: Permite que los niños compartan sus dudas y miedos sin juzgarlos. De esta manera sabrán que pueden contar contigo en todo momento durante el proceso de adaptación.
- Anímales a conocer el nuevo entorno: Al llegar, ayúdales a conocer a niños de su edad en el nuevo lugar. Anímales a encontrar formas de mantener el contacto con sus amigos de casa.
- Involúcralos en actividades: Anímeles a participar en clubes, deportes o actividades en las que puedan hacer amigos de su edad.
- Ayúdales a aceptar las cosas: Dales espacio para expresarse. Está bien sentir tristeza, extrañar su familia y sus amigos, la escuela y su comunidad. Pueden gritar, llorar, dibujar lo que les molesta, asusta o les pone tristes. Es proceso de duelo que todos debemos pasar. Hazles saber que tú te sientes igual y que juntos podrán lograr adaptarse al nuevo lugar
- Enséñales a adaptarse: Enséñales como papá y mamá tratan de adaptarse a las nuevas circunstancias. Oriéntalos para que ellos puedan comenzar a construir su nueva realidad.