En horas de la mañana de ayer #Lunes, el presidente recién electo Donald Trump confirmó a través de sus redes sociales la posible activación de un estado de emergencia que le permita convocar a las Fuerzas Armadas – entre otros poderes especiales – con el fin de llevar a cabo un plan de deportación masiva al inicio de su mandato.
Luego de una campaña electoral bastante controversial, en la que uno de sus temas más críticos era la migración, el presidente recién electo Donald Trump ha iniciado el camino para la elección de su gabinete en miras a su toma de posesión el venidero 2025.
Al respecto, Trump ha llamado de vuelta a Tom Homan, director en funciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en su primera administración y lo ha nombrado como el nuevo “zar de las fronteras”. En cuanto a su nominación, el nuevo mandatario asegura a través de Truth Social que Homan es el mejor para el cargo y que se encargará de “deportar a todos los inmigrantes ilegales a su país de origen”.
Y es ayer, a través de la misma red social, que el presidente número 47 de los Estados Unidos confirma a todos sus seguidores y electores que planea declarar un Estado de Emergencia Nacional apenas ascienda al poder, con el fin de hacer uso de la Fuerza Armada Nacional y “todos los recursos militares disponibles” para llevar a cabo un programa deportación masiva.
Millones de Latinos corren el riesgo de ser deportados
De acuerdo a las estimaciones publicadas durante abril del 2024 por la Oficina de Estadísticas del Departamento de Seguridad Nacional, al menos 11 millones de personas que se encontraban en territorio estadounidense se encontraban de manera ilegal entre el período de enero de 2018 a enero de 2022. Las cifras incluían a todas aquellas personas que habían ingresado con un beneficio de asilo, TPS, DACA, entre otros beneficios con México liderando la lista de ciudadanos con al menos un 43% según las cifras ofrecidas por el ente.
Estado de Emergencia: Cómo se llevará a cabo el proceso de “deportación masiva”?
De acuerdo a los medios internacionales, aún es muy pronto para poder determinar el proceso a seguir. La ABC reportó que Homan dejó claro que aún quedan muchos detalles por ultimar y que se dirigiría a Mar-A-Lago en los próximos días para saber con cuántos recursos puede contar:
“Me han preguntado mil veces: ¿Cuántas personas puedes retirar el primer año? Bueno, ¿Cuántos agentes tengo? ¿Cuántos autobuses tengo? ¿Cuánto dinero tengo para aviones? ¿Puede ayudar el Departamento de Defensa?”. Hay muchos «y si…».
De la misma forma, una vocera del Pentágono fue contactada por el NYT para hacer comentarios y lo tachó de una propuesta “hipotética”. Según la vocera, un plan de este tipo requeriría de un proceso muy riguroso antes de ser aprobado.
Por ahora, miles de migrantes y sus familias temen lo peor y esto se ve reflejado en la caída del envío de remesas a Latinoamérica.
No obstante, algunas ONGs se han ofrecido para brindar consejos y apoyo a las familias hispanas, como es el caso de Adelina Nicholls, y el conversatorio ofrecido por el GLAHR (Georgia Latino Alliance for Human Rights) con respecto al tema. Espera que la comunidad pueda empoderarse, aprender sobre el papel del ICE y defender sus derechos civiles de ser necesario:
“Muchas veces los agentes de inmigración vienen y te dicen que tienen una orden ya de arresto, pero esas órdenes son administrativas, no judiciales. ICE lo rige la ley civil, no la ley criminal. Y entonces ahí es donde nosotros podemos ejercer nuestro derecho. Si ICE viene y te dice, aquí está una orden de detención tuya, le puedes pedir que te la muestre por la ventana, o que la pase por abajo de la puerta. ICE no tiene órdenes judiciales. La policía tiene órdenes judiciales, el FBI tiene órdenes judiciales, los marshals tienen órdenes judiciales, pero ICE no. Por eso podemos cerrarle la puerta y no dejarlo entrar”.