Los hospitales de Texas comenzarán a preguntar el estatus migratorio de los pacientes a partir del 1 de noviembre, siguiendo el ejemplo de Florida. De acuerdo al gobernador Abbott, la orden ejecutiva busca recopilar información para facturar los costos de atención a inmigrantes indocumentados al gobierno federal.
Texas se une a Florida en la implementación de una ley que obliga a los hospitales a preguntar a los pacientes sobre su situación migratoria.
A partir del 1 de noviembre, los hospitales en Texas comenzarán a recopilar información sobre el estatus migratorio de los pacientes para poder hacer un seguimiento de los costos derivados de la atención médica de los inmigrantes indocumentados.
De acuerdo a la orden ejecutiva y a diferencia de Florida, en Texas no se requerirá que los proveedores de atención médica informen a las autoridades sobre el estatus migratorio de los pacientes.
Esta medida se debe a la preocupación del gobernador Greg Abbott por los gastos médicos de las personas que se encuentran ilegalmente en el estado debido a las políticas migratorias del gobierno federal.
«Debido a las políticas de fronteras abiertas del presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, Texas ha tenido que pagar la factura de los gastos médicos de personas que se encuentran ilegalmente en el estado», dijo el gobernador Abbott en un comunicado el jueves. «Los tejanos no deberían tener que asumir la carga de apoyar económicamente la atención médica de los inmigrantes ilegales».
La orden exige que los hospitales de Texas recopilen información sobre los costes de la atención médica prestada a los inmigrantes indocumentados a partir del 1 de noviembre de 2024. Los hospitales con cobertura directa tendrían que comunicar los datos a la comisión estatal de salud trimestralmente, a partir de marzo de 2025.