El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. realizó su primer vuelo de autodeportación con 64 inmigrantes a Honduras y Colombia como parte de su Proyecto “Regreso a Casa”, ofreciéndoles ayudas y estipendio de 1,000 dólares.
El Departamento de Estado de Norteamérica anunció a través de sus redes oficiales durante el pasado lunes por la noche el primer vuelo exitoso de su Proyecto Regreso a Casa, una iniciativa que busca que migrantes indocumentados retornen a sus países de origen con el incentivo de recibir $1000 tras su llegada y de poder regresar nuevamente de forma legal en el futuro.
El primer vuelo chárter de la administración Trump para docenas de inmigrantes “autodeportados” despegó desde Houston, Texas hacia Honduras y Colombia, trasladando a 65 personas.
Según las autoridades federales, este programa representa una alternativa menos severa a las deportaciones forzosas, permitiendo a los migrantes salir voluntariamente y recibir apoyo para regresar a casa.
38 hondureños, entre ellos niños nacidos en EEUU pisaron su tierra natal este lunes. Los restantes 26 de origen colombiano también se encuentran en su país
En el caso de Honduras, llegaron al aeropuerto internacional 38 hondureños que decidieron autodeportarse, incluyendo a madres con niños que recibieron el estipendio ofrecido para facilitar su regreso a casa. Algunos de los niños nacieron en Estados Unidos o en México y se fueron con sus familiares hondureños para evitar la separación familiar. Así mismo, recibieron un bono adicional de $100 por parte de su gobierno con cupones de alimentos y asistencia para encontrar trabajo.
Los restantes 26 pasajeros aterrizaron en Colombia y a su llegada recibieron asistencia por parte del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y el Departamento para la Prosperidad Social (DPS).
La Secretaria de Defensa del Estado Kristi Noem, hizo referencia al hecho en su cuenta de X en el que instó a los migrantes indocumentados a volver a sus países a través de la app CBP Home o “de lo contrario, estará sujeto a multas, arresto, deportación y no se le permitirá regresar jamás”.
Este programa – que ya fue aplicado durante el mandato del ex presidente Barack Obama – en 2012 es una de las diversas herramientas que ha usado la nueva administración para cumplir con su promesa de combatir la migración ilegal.